A menudo, el provecho que las compañías les ofrecen a sus empleados se limita a los beneficios u otros componentes propios de sus puestos de trabajo. Desde luego que no pasamos 10 horas al día haciendo trabajo de voluntariado, de manera que el salario, los beneficios, las posibles bonificaciones y las vacaciones pagadas son importantes, pero esa no debería ser la forma de medir cuánto lo valora su empleador.
Para decirlo en pocas palabras, un empleador consciente puede cambiar la vida de sus empleados, al propiciar un ambiente de aprendizaje y motivación donde todos puedan desarrollar a plenitud sus capacidades. Tal vez no pueda controlar el ámbito personal de sus empleados, pero sin duda puede controlar el ambiente que se respira en el ámbito laboral...y muy a menudo, ambos entornos están más conectados entre sí de lo que algunos quieren admitir.
El ámbito laboral debería ser un lugar de aprendizaje en constante evolución. Cuando uno piensa en el método de aprendizaje tradicional, piensa en memorizar y repetir. Estudiamos todo a último momento para aprobar el examen. En el entorno laboral, sin embargo, el aprendizaje es un proceso natural, pausado, que incluso suele darse sin que nos demos cuenta. Es el aprendizaje que se obtiene a partir de situaciones reales. El aprendizaje que surge de los errores. El aprendizaje que llega de nuestras interacciones con los demás. El aprendizaje que incorporamos cuando hacemos preguntas y estamos dispuestos a escuchar. Es el aprendizaje que cala en el corazón y en la mente…no el mero aprendizaje cognitivo.
Así que cuando analice lo que está haciendo su compañía por usted, no se deje cautivar por lo obvio. Por supuesto que hay ofertas de empleo con un mejor sueldo, un plan 401K más atractivo y una oficina más elegante o la promesa de crecimiento y ascensos. Decidirse por las compañías que le ofrecen esos beneficios, le hará sentirse satisfecho con el dinero, la comodidad y las "cosas" que podrá conseguir, pero a corto plazo. La otra versión es la compañía que se preocupa por usted. La que le exige a diario para que supere su potencial hasta un punto que creía imposible. La que le instruye cuando se equivoca y le felicita cuando tiene éxito. No permite que se quede estancado en su situación actual y le da espacio para crecer, incluso sin que se dé cuenta.
Con este tipo de empresa, podrá sentirse orgulloso de sí mismo. Le aporta autoestima, le permite disfrutar de las cosas importantes de la vida y lo reta para que sea cada día mejor. Ahora volvamos a lo que dije antes sobre el hecho de que un empleador tal vez no pueda controlar el ámbito personal de un empleado. Si analizamos lo que define al modelo de compañía que acabo de describir, diría que, sin duda alguna, puede hacerlo.
Entonces, ¿de qué manera puede una compañía demostrarle a un empleado que lo valora? ¡Ayudándole a desarrollar todo su potencial! ¡No creo que eso figure en los libros de texto!